El alambrón pertenece a la familia de los aceros corrugados el cual se distingue por ser un tipo hilo de acero al carbón semiacabado, que resulta ser más delgado que el alambre, debido a su proceso de manufactura que se elabora en laminación en caliente de palanquillas continuas, que posteriormente se trefilan en frío. Este tratamiento produce un alambrón resistente a la corrosión, maleable y con superficie lisa el cual se enrolla en bobinas de 100 metros. Este tipo de alambre tiene una gran utilidad en el mercado de la construcción gracias a su alta dureza, resistencia, resistencia al desgaste y anticorrosión.

El alambrón de acero está disponible en diferentes calibres, que se presentarán conforme al uso que se le dará dentro de la construcción. Este alambre se considera más resistente que el alambre, aunque tiene otras aplicaciones y se comercializa enrollado en bobinas, sin embargo, debido a su peso suele ser complejo de manejar, movilizar y almacenar. Por otra parte, su proceso de fluctuación térmica del alambrón de acero hace más fácil su aplicación en diferentes construcciones en conjunto con otros elementos como la varilla corrugada. Además es un material que no tiene riesgo de romperse gracias al estrés que puede tener encima si se le dobla demasiado.